Manuel Núñez Tovar

Dionisio Nùñez Garantòn*

*Comunicador social, historiador

El eximio y recordado Cronista Oficial del Municipio Maturín del Estado Monagas, Juan Josè Ramìrez, dice lo siguiente, en el prólogo a un texto escrito por el Dr. Mariano Álvarez A., miembro Correspondiente de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina, titulado “Anotaciones sobre la Vida y Obra del Dr. Manuel Núñez Tovar”, y publicado en el Boletín del Colegio de Médicos del Estado Monagas, en homenaje que este Colegio rindió al insigne médico monaguense con motivo del primer centenario de su nacimiento (1872 – 1972):

En el mes de mayo de este año, encontrándonos en Caicara de Maturín, Domingo Isava Núñez, sobrino del doctor Manuel Núñez Tovar y el suscrito investigador, localizamos —luego de una minuciosa búsqueda— en el Archivo Parroquial, el acta de bautismo del genial entomólogo, tenido hasta entonces como oriundo de Maturín.

La ocasión de este importante descubrimiento que ya sospechábamos por los antecedentes familiares del sabio, me indujo a promover con el feliz resultado la acertada y justa celebración del 1er Centenario del Nacimiento del Dr. Manuel Bautista de Las Mercedes Núñez Tovar, logrando interesar al Concejo Municipal del Distrito Cedeño; igualmente al Hospital Central que lleva su nombre en esta ciudad y al ilustre Colegio de Médicos, y fue así como, gracias al interés personal de los doctores Luis González Espinoza, Director del Hospital; Mariano Álvarez, historiador y médico; y Agustín Adrián Alvarez, Presidente del Colegio; se logró celebrar en el auditorium de ese instituto asistencial un importante acto conmemorativo que, aún cuando contó con la presencia del Dr. Rogelio Valladares, Viceministro de Sanidad; del Dr. Rafael Solórzano Bruce, Gobernador del Estado, y otras altas personalidades; lamentablemente no tuvo el eco periodístico que lograra destacar nacional y regionalmente el significativo e histórico acontecimiento.

Tanto el talentoso colega que hoy me concede el placer de prologar estas anotaciones, como mi humilde persona, nos hemos referido en distintas oportunidades y subsiguientes publicaciones a la proficua vida y obra del doctor Manuel Núñez Tovar, cuyos pacientes y prolongados estudios hicieron decir al Dr. P.D, Rodríguez Rivero, antiguo Rector de la Universidad Central de Venezuela, que “después de Rafael Rangel nadie merece como Núñez Tovar mayor admiración como entomólogo, ramo para el que tuvo verdadero genio”. Y agrega : …”se hizo reputación a sus esfuerzos propios, pues ni siquiera tuvo tiempo ni recursos para ir a Europa, sin embargo era conocido y apreciado de los profesores europeos y norteamericanos por sus originales trabajos citados ya en las obras clásicas de parasitología.

El doctor Manuel Núñez Tovar, monaguense eximio, hijo de Caicara y adoptivo de Maturín, figura con nombre propio en el concierto de célebres científicos como Luis Daniel Beauperthuy, el precursor, gran micrógrafo que casi señaló a los microbios como causantes de enfermedades y tuvo intuición de vidente para el análisis de la fiebre amarilla; al lado de Vargas, el padre de la medicina venezolana; de Rísquez, el escéptico, que discutía en su tiempo el dogma pasteriano; de José Gregorio Hernández, el santo y sabio considerado como el Claudio Bernard de Venezuela, y de quien el doctor Temístocles Carvallo afirma en su obra: “Elementos de Bacteriología”, Caracas, 1922, p. VI, que él fue “el primero que con la vivisección sacó la Fisiología de la penumbra de escolasticismo nebuloso en que y de honda satisfacción vegetaba hasta entonces en nuestro medio, y la colocó bajo el sol esplendoroso de la experimentación contemporánea”; al lado, en fin, de Santos Dominici, el Laverán de nuestro país; de Rafael Rangel, el del hallazgo de la uncinaria americana; de Iturbe, Tejera, Pino Pou, Maldonado y una pléyade de lumbreras que colocan a la escuela venezolana en materia de parasitología en un lugar muy próximo a la brasilera.

Todo ello nos llena de orgullo y de honda satisfacción regionalista, ya que esta tierra oriental ha sido cuna de grandes precursores no sólo en las ciencias, sino en las bellas artes y en la cultura en general, como en otros campos del pensamiento y de la acción. Al saludar, pues, con positivo alborozo la aparición de estos breves apuntes sobre la vida del doctor Manuel Núñez Tovar, no me queda más que felicitar al amigo Mariano Alvarez por su dedicación al estudio de nuestra historia médica.

Juan José Ramírez.

Anotaciones sobre la vida y obra del Dr. Manuel Núñez Tovar…

El Dr. Manuel Núñez Tovar es uno de los científicos venezolanos más destacados del primer cuarto del siglo XX. Su fama de investigador rebasó las fronteras de la patria.

Médico de profesión, se dedicó al campo de la Entomología y la Parasitología, ramas en las que rivaliza con otro ilustre venezolano, Rafael Rangel. Autodidacta extraordinario, nunca salió al exterior para realizar estudios de especialización o de observación, sin embargo publicó una serie de trabajos de investigación importantes, muchos de los cuales fueron publicados en revistas del exterior. Estas y otras razones justifican que el país, y especialmente su estado natal, Monagas, celebrara con orgullo el primer centenario de su nacimiento. El eximio caicareño extendió la fama de Maturín, es decir, del Estado Monagas y de la patria misma.

El Dr. Manuel Núñez Tovar nació en la floreciente ciudad de Caicara de Maturín el 24 de septiembre de 1872. La partida de bautismo y nacimiento que transcribimos a continuación confirma esta afirmación:

Parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Caicara Estado Monagas Certificado de Bautismo y Nacimiento. El infrascrito Cura Párroco de Santo Domingo de Guzmán de Caicara de Maturín, Diócesis de Maturín Estado Monagas, certifico: Que en el Libro 7 Folio s/n N° s/n. de bautismos de este Archivo Parroquial existe una partida que literalmente copiada dice así: “En la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán el 24 de diciembre del año 1873 el Pbro. Ángel Rivas Bautizó conforme al Ritual Romano a un párvulo que nació en Caicara de Maturín, Edo. Monagas el 24 de septiembre de 1872 a quien le puse por nombre: Manuel Bautista de Las Mercedes…es hijo legítimo de Joaquín Núñez Codallo y Marcolina Tovar Lanz. Fueron sus padrinos: Diego Bautista Ferrer y Clorinda Verde a quienes advertí el parentesco espiritual y obligaciones contraídas, Pbro. Ángel Rivas…Firmado y rubricado.

El futuro científico en el campo de la Entomología nació en Caicara de Maturín, siendo sus padres Don Joaquín Núñez Codallo y Marcolina Tovar Lanz, originaria de San Joaquín, Estado Anzoátegui, lugar donde contrajeron nupcias. El matrimonio Núñez-Tovar se mudó a vivir a Caicara de Maturín, donde Don Joaquín Núñez Codallo desempeñaría un cargo público, probablemente de Juez o Jefe Civil, cargo que también desempeñaría más tarde en Maturín. Este matrimonio tuvo doce hijos, a saber: Julia, Joaquín, Nicanora, Marcolina, Manuel, Juana María, Andrés, Luisa Antonia, Luisa Teresa, Ángel Félix, Isabel y Carmen Amelia.

El Dr. Manuel Núñez Tovar, quinto hijo de la familia, aprendió a leer y escribir en su pueblo natal. Más tarde fue enviado a la Capital de la República, donde completó sus estudios y se inscribió en la facultad de Medicina de la Universidad Central. Se graduó de Médico en 1895 y regresó a su estado natal para ejercer su profesión en la ciudad de Maturín, donde su familia ya se encontraba establecida. En esa ciudad contrajo matrimonio con Teresa Núñez Rossi, hija de don Manuel María Núñez. La pareja tuvo cuatro hijos, dos varones y dos mujeres: Manuel Segundo, Alberto, Mercedes y María Teresa (esposa del presidente Eleazar López Contreras). Su hogar ocupó una casa que más tarde fue donada por sus familiares para una maternidad llamada “Juana Ramírez”, ubicada en la calle Mariño con Bermúdez. En Maturín trabajó hasta 1915, cuando por motivos de salud o para mejorar su posición se trasladó a Caracas. Posteriormente se mudó a Maracay, donde se desempeñó como director del hospital aragüeño y como médico de familia del presidente de la República Juan Vicente Gómez. Falleció en Maracay en 1928.

El Dr. Manuel Núñez Tovar en Maturín: su trabajo médico y científico

Inmediatamente después de graduarse en 1895, el Dr. Núñez Tovar inició su actividad profesional instalando su clínica o consultorio en una pieza anexa a la entonces Botica Nueva, donde atendía a numerosos pacientes.

Por otra parte, era el médico de familia de la sociedad maturinesa. En su clínica realizaba intervenciones quirúrgicas, principalmente emergencias. En esa época, Maturín contaba con otros galenos, como los Dres. Miguel Antonio Betancourt y José Mercedes López. En Caicara, al mismo tiempo, ejercía el Dr. Rafael Núñez Isava, quien posteriormente trabajó en Maturín, aunque por un corto tiempo, cuando el Dr. Núñez Tovar dejó la plaza.

En 1912, posiblemente prestó sus servicios al recién creado Hospital General de Maturín, el cual tuvo una vida efímera (apenas duró un año). En 1909 fue nombrado miembro de la Comisión de Higiene Pública del Estado Monagas, junto con los Dres. César Flamerich y Rafael Núñez Isava. A partir de 1909, empezó a desarrollar su labor en el campo de la investigación médica, a la vez que consolidaba su afición por una rama de la Biología. En ese año, descubrió la existencia de anquilostomas en enfermos que habían sido tratados previamente por malaria o anemia en la región de Monagas. Esta comprobación fue el primer paso de su labor científica en el oriente del país. Siguiendo su labor callada pero efectiva, en 1911 publicó notas sobre los “Culicinios de Maturín y el Tábano Negro”. En 1912, publicó un trabajo interesante sobre sus observaciones sobre la biología de la Dermatología Cyaniventris en el Estado Monagas, es decir, sobre la transmisión de la miasis o gusanos por mosquitos.

El Dr. Manuel Núñez Tovar en Maracay: su labor científica

En 1916, establecido ya en Maracay y desempeñándose como médico particular del presidente de la República, el general Juan Vicente Gómez, reinició con más fervor su labor investigativa en el campo de la Entomología. Realizó esta labor en los alrededores del lago de Valencia, en excursiones sin fin, en las cuales estudió y clasificó los anofelinos del estado Aragua. En 1917 publicó estas observaciones, para las cuales solicitó y obtuvo el concurso o colaboración de la famosa Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Inglaterra), a través del profesor Robert Newstead, entomólogo de gran autoridad.

De su inmensa labor científica, anotamos los siguientes trabajos:

• “Insectos Venezolanos Transmisores de Enfermedades” (1921)

• “Notas de Historia Natural que se refieren a un Flebotomus y un Reduvideos” (1922)

• “Mosquitos y Flebotomos de Venezuela” (1922)

• “Índice Dicterológico de Venezuela” con la distribución por estados (1924), trabajo presentado al IV Congreso Venezolano de Medicina

• “Notas sobre Insectos Hematófagos de Venezuela”, en colaboración con Harrison C. Dyar (1925)

Más tarde, con la madurez del investigador sedimentado, publicó una obra extraordinaria titulada “Estudios de Zoología y Parasitología Venezolana”, editada en 1928 en Río de Janeiro, Brasil. Año que coincidió con el de su muerte.

Tras su muerte, se publicaron trabajos póstumos en colaboración con el sabio brasileño Dr. Adolpho Lutz, titulados “Contribución para el estudio de los dípteros hematófagos de Venezuela”. También dejó un importante trabajo inconcluso, titulado “Revisión de los mosquitos de la fauna venezolana”.

El Dr. Núñez Tovar ocupó un lugar importante junto al sabio Rafael Rangel en la investigación parasitológica. Sus trabajos fueron ampliamente conocidos en el exterior, ya que siempre encontraron lugar preferente en las publicaciones científicas de las revistas de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool. De esta forma, Manuel Núñez Tovar no sólo dio lustre a su estado natal, sino también al país y a la América hispana, pues en realidad fue un sabio en el campo de la entomología. Su nombre lo lleva con orgullo el primer Instituto de Salud del estado Monagas, el Hospital Central de Maturín.